Por: Arturo Constantini, Nancy Mejía y Maricela Paz
Los trabajadores informales ganan más de tres salarios
mínimos al mes en comparación con las empleadas domésticas, cuyo grueso de
ingresos oscila entre uno y dos salarios mínimos, además, tienen la posibilidad
de incrementar su ingreso mensual a mayor número de horas laboradas y nivel de
educación.
De acuerdo con datos del primer trimestre de 2014
de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), casi el 74% de las
empleadas domésticas reciben de uno a dos salarios mínimos y sólo el 3% aspira
a ingresar más de tres salarios mínimos.
En contraparte, casi 14% de los trabajadores
informales perciben más de tres salarios mínimos, lo que los coloca en ventaja
comparativa con las personas que realizan labores del hogar remuneradas en
México.
El Dr. Hugo Italo Morales, especialista en derecho
laboral, argumentó que en el caso del trabajo informal se gana más que
cualquier salario mínimo. Recordó que escuchó a una vagonera que ganaba 600
pesos diarios, pero que su líder se quedaba 150, "si consideramos un total
de 400 y lo multiplicamos por 30, al año nos da una suma fantástica".
Sin embargo, el especialista aseguró que
independientemente si es jornada completa, de entrada por salida o algunos días
por la semana, en todos los casos, "sin excepción", la empleada
doméstica gana mucho mejor que cualquier trabajo ordinario.
"El trabajo doméstico es mejor pagado porque
las empleadas reciben salario sin deducción de impuestos, tres comidas al día,
duermen en la casa y, muchas veces, se les permiten a sus familiares vivir y
consumir dentro de la casa. Eso supera cualquier otra actividad", comentó.
Otro dato a tomar en consideración es que de menos
de 15 horas hasta 39 por semana trabajadas, las empleadas domésticas perciben
en promedio un ingreso mayor en comparación a los trabajadores informales.
Esta tendencia no se mantiene, ya que si se observa
de 40 horas laboradas en adelante, las trabajadoras domésticas ganan menos que
los informales.
Por otra parte, cabe destacar que en materia
educativa, el 57% de las trabajadoras domésticas no han concluido la educación
básica y apenas el 8% tiene estudios medios superiores o superiores.
El resto de trabajadores informales, en cambio,
tiene un mayor grado de estudios, ya que el 17% ha logrado concluir la educación
media superior y superior.
Para los trabajadores informales, entre mayor sea
su nivel de escolaridad, perciben mejores salarios. Aunque para las empleadas
domésticas la tendencia es similar, el incremento es menor y siempre quedan por
debajo de los que laboran en la informalidad.
No obstante, aunque ambos sectores se encuentran en
situación precaria en relación al acceso a seguridad social, las empleadas
domésticas tienen una ligera ventaja con el 1.58% inscritas y un cero por
ciento para los trabajadores informales.
Ante esto, el especialista alegó que la falta de
acceso a seguridad social "es una propaganda falsa del gobierno, ya que
desde que el gobierno creó el seguro universal, toda clase de gente tiene
derecho a éste, pero el gobierno lo maneja como si no fuera así".
Ante esto, el especialista alegó que la falta de
acceso a seguridad social "es una propaganda falsa del gobierno, ya que
desde que el gobierno creó el seguro universal, toda clase de gente tiene
derecho a éste, pero el gobierno lo maneja como si no fuera así".
Entre la permisividad y la prohibición
De acuerdo con la ENOE, en México 4 mil 200 niñas,
entre 12 y 13 años, se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales
el 70% tiene estudios hasta el 5° de primaria. Además, el 73% de ellas trabaja
en zonas urbanas y rurales.
"La secretaría del Trabajo está confundiendo a
todo mundo. El trabajo infantil está prohibido. Lo que está autorizado está de
14 a 16 años", alertó Italo Morales. Recalcó que independientemente de la
actividad, el trabajo de menores de 14 años está prohibido.
Y es que de acuerdo a la ENOE, existen más de
cuatro mil niñas entre 12 y 13 años que trabajan como empleadas domésticas.
Además, de acuerdo al especialista Italo Morales,
son niñas que no han terminado la primaria, lo que contraviene las
recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que indica,
en el Convenio 189 -aún no ratificado por México-, que una condición para que
los menores trabajen es que no se les prive de la “escolaridad obligatoria, ni
comprometa sus oportunidades para acceder a la enseñanza superior o a una
formación profesional”.
En números, se estima que el 68% de estas niñas
tienen hasta quinto de primaria.
Recientemente, México aprobó una reforma
constitucional al artículo 123 para elevar de 14 a 15 años la edad mínima para
trabajar. Aunque falta la aprobación en los congresos locales, el cambio
colocaría al país dentro de los parámetros del Convenio 138 de la OIT, que
marca la edad mínima en 15 años.
Sobre este tema, la secretaria del Trabajo del
Distrito Federal, Patricia Mercado, hizo hincapié que la ciudadanía debe evitar
contratar menores de edad como trabajadores domésticos, ya que estarían
incurriendo en explotación infantil.
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